Vivimos en un mundo inmerso en la publicidad. Desde que nos levantamos hasta que nos acostamos estamos expuestos a los anuncios publicitarios que están ahí como una parte más de nuestra vida, bien sea en casa, el móvil, la calle, el coche, etc.
En la radio al despertarnos, en las paradas de los autobuses, en la televisión, la prensa…Los medios de comunicación son una poderosa arma en la transmisión de conceptos, prejuicios y estereotipos. Transmiten ideas y valores culturales que pasan a formar parte de nuestro imaginario social y, sin darnos cuenta, interiorizamos mensajes e imágenes sin detenernos a pensar en aquello que nos están tratando de transmitir.
La figura de la mujer ha sido, desde siempre, el referente principal de la comunicación publicitaria por dos razones principales: primero como destinataria de los mensajes comerciales, al concebir que es la máxima compradora de bienes y servicios, y segundo como figurante, porque su presencia visual permite comunicar una serie de situaciones que ayudan a entender de manera sencilla lo que se quiere comunicar.
No es nada nuevo que la publicidad usa la mujer para vender. Parece ser que cualquier cosa vale para atraer la atención de los y las consumidoras. Al mismo tiempo la publicidad nos muestra un tipo de mujer que dista bastante de parecerse a la mujer real, a aquella con la que nos cruzamos cada día en la calle, el trabajo, nuestro centro de estudios.
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La mujer es componente principal en los públicos objeto que busca la comunicación publicitaria. Supone el 80% de los compradores de los productos anunciados su imagen aparece estereotipada en los roles tradicionales asignados a la mujer y manteniendo los del hombre.
Actualmente el 70% de los anuncios trata de elementos ligados a lo femenino: 28% hogar, cosmética 18.7% alimentos 13,3% y medicamentos 12%.
El 21,3 % promueve imágenes positivas de la mujer y un 18,7% promueve imágenes de roles equiparables entre hombres y mujeres.
El 46% de los roles actuales la mujer aparece: como trabajadora 17,7%, ama de casa 7,7% dueñas de la casa 11,3%.
Los estudios sobre la mujer en publicidad rebelan que su imagen aparece reflejada en tres grandes ámbitos:
- Una publicidad estereotipada en los roles tradicionales del hombre y la
mujer.
- La publicidad que idealiza la belleza femenina
- La publicidad que cosifica la sexualidad femenina
La mujer ideal, representa al prototipo de mujer ligado al prestigio que obtiene el hombre cuando la mujer que le acompaña posee ciertas características físicas. Supone un canon de belleza ideal que el hombre idealiza, y la mujer aspira y se esmera en conseguir.
La mujer que es objeto sexual, presenta a una mujer pasiva ante la mirada del hombre, no importan sus deseos sino el ser deseada y admirada por los demás. Los hombres aspiran a tenerla y las mujeres anhelan ser.
Tradicionalmente hasta bien entrados los 70 la mujer ha aparecido en roles de subordinación al hombre, como madre/esposa o compañera complaciente.
La emergencia del feminismo, su incorporación al mundo laboral ha abierto nuevos estereotipos publicitarios de mujer triunfadora, superwoman que en los últimos años ha mostrado también efectos segundarios negativos.
La evolución de la mujer como figurante o protagonista en las publicidades ha dado un giro de manera abrupta, aunque hoy por hoy, movimientos feministas siguen presentando quejas ante muchos de los roles estereotipados. Pero lo cierto es que muchos de estos roles, se siguen repitiendo en la publicidad porque son “insights”, siguen conectando con gran cantidad de público, y aunque la publicidad tiene una gran carga de responsabilidad social, no podemos dejar de lado que su principal objetivo es vender.
A lo largo de la historia de la publicidad, las mujeres hemos sido mostradas como amas de casa, obsesionadas por la belleza y objetos de deseo. A medida que la sociedad va evolucionando, y crece el número de mujeres trabajadoras, independientes económicamente y con alto nivel adquisitivo, surgen nuevos mensajes. Algunas marcas apuestan por romper con el estereotipo de la mujer. Es el caso de las “Mujeres reales” de Dove o de Nike en “What are girls made of?”
Preguntas frecuentes
¿Cómo se usa la mujer en la publicidad?
La mujer se presenta en la publicidad como producto o como productora; como objeto de deseo o como madre encargada de la crianza de los hijos, ejerciendo un rol tradicional o siendo cosificada a través del ideal de belleza.
¿Qué es la imagen de la mujer en la publicidad?
Tradicionalmente, la utilización de la imagen de la mujer en la publicidad y/o en los medios de comunicación, responde a dos estereotipos clásicos: la mujer como objeto de consumo sexual –de conformidad con los ideales masculinos de belleza– y las mujeres como figuras idealizadas de amor y maternidad dedicadas
¿Cómo afecta la publicidad en las mujeres?
Los mensajes e imágenes sobre las mujeres reproducidos por la publicidad, las caracterizan, a menudo, como mujeres fatigadas, estresadas, cansadas o aquellas que al someterse a su propio escrutinio, se muestran insatisfechas e inseguras corporalmente.
¿Qué es la publicidad actual?
La publicidad actual es la que estamos acostumbrados a ver a día de hoy en medios como, Internet, redes sociales o páginas webs. Es un tipo de comunicación que se caracteriza por lo siguiente: Por un lado, en el marketing de contenidos existe un feedback y una interacción marca-consumidor.